Bus­car

Nue­vo: Jara­be Soo­t­he Wise de Vimergy®:

Nue­vo: Jara­be Soo­t­he Wise de Vimergy®:

9 errores a evitar que ralenticen la curación

Si cono­ces estos 9 errores y los evi­tas san­arás más rápi­do. ¿Ya cono­ce todos los errores que lo obs­ta­cu­liz­an y es capaz de imple­men­tar este conocimiento? 
Caracol

Cuan­do estamos enfer­mos, lo úni­co que que­remos es sen­tir­nos mejor inme­dia­ta­men­te. Eso es real­men­te algo que todo el mun­do pue­de desear. Pero es bue­no cono­cer los 9 errores prin­ci­pa­les que ralen­tizan la curación. 

Estos son los errores más comu­nes que come­te la gen­te y que te hacen retro­ce­der en lugar de hacer­te avan­zar. La cla­ve es que MÁS no siemp­re cura mejor o más rápido. 

Es importan­te com­pren­der los detal­les que con­for­man el pan­ora­ma general.

A con­ti­nu­ación se detallan los errores más comu­nes que come­ten las per­so­nas al ini­ci­ar los pro­to­co­los. En resu­men, todos estos errores con­du­cen a una mayor sen­sa­ción de ago­bio y aquí le pre­sen­ta­mos todas las formas en que pue­de evi­tar­lo en su via­je. El núme­ro 9 es la cla­ve, ¡así que ase­gúra­te de man­ten­er­lo has­ta el final!

1. Demasiados cambios, demasiado rápido 

¿Algu­na vez has hecho algo impul­si­v­a­men­te y lue­go te has dado cuen­ta de que hubiera sido mejor si te hubier­as toma­do tu tiem­po para lograr un mejor resultado? 

Cuan­do encuen­tra la infor­mación y le hab­la a un nivel tan pro­fun­do, desea comen­zar de inme­dia­to. Muy com­pren­si­ble. Lees la infor­mación, lo escuch­as hab­lar y te sien­tes lis­to para sumergirte.

El úni­co pro­ble­ma es que la gen­te sue­le estar tan entus­i­as­ma­da que inme­dia­ta­men­te se sum­er­gen en el fon­do del asun­to y lo ponen todo en prác­ti­ca inme­dia­ta­men­te. Esto hace que se abru­men, lo que ocur­re cuan­do cam­bi­as las cosas dema­sia­do rápi­do. Si en algún momen­to te sien­tes abru­mado, redu­ce el rit­mo, haz un balan­ce y pien­sa en cómo pue­des sim­pli­fi­car los cam­bi­os que pue­des realizar. 

Comience agre­gan­do jugo de apio. Enton­ces bor­ra eso Sin ali­ment­os y agre­gue algu­nas fru­tas cura­tiv­as. Ábre­te cami­no has­ta Bati­do desin­to­xi­can­te de meta­les pes­ados antes. Por últi­mo, tam­bién pue­des intro­du­cir com­ple­ment­os nutricionales.

Cuan­do se tra­ta de rea­li­zar cam­bi­os dura­de­ros en el esti­lo de vida, es mejor pro­ce­der gradualmente.

2. No comer lo suficiente 

A medi­da que comenz­a­mos a sanar y cam­bi­ar nues­tra die­ta, comenz­a­mos a eli­mi­nar ali­ment­os ricos en calo­rí­as como el glu­ten, los lác­te­os, los hue­vos y la car­ne. A menu­do sien­tes más hambre por­que reem­pla­zas estos ali­ment­os por ali­ment­os de menor den­si­dad (fru­tas y ver­du­ras). Como resul­ta­do, tene­mos que lidi­ar con una mayor can­ti­dad de ali­ment­os menos den­sos como pata­tas, fru­tas y cala­ba­zas ali­men­tar. Tien­es que acostumbrarte. 

Desaf­ort­una­da­men­te, much­as per­so­nas eli­mi­nan los hue­vos, los lác­te­os y la car­ne de su die­ta (para redu­cir la inges­ta de gras­as y la infla­mación) y no aumen­tan la inges­ta de ali­ment­os ricos en car­bo­hi­d­ra­tos para com­pen­sar. Esto con­du­ce ine­vi­ta­blem­en­te a fluc­tu­acio­nes en los niv­eles de azú­car en sang­re y en nues­tros niv­eles de ener­gía (por­que las fluc­tu­acio­nes en los niv­eles de azú­car en sang­re pue­den afec­tar nega­tiv­a­men­te a nuestras glán­du­las supra­r­renales). Esto pue­de hacer que una per­so­na con una enfer­me­dad cró­ni­ca vuel­va al cir­cui­to de síntomas. 

Si está eli­mi­n­an­do de su die­ta ali­ment­os de alta den­si­dad como hue­vos, lác­te­os y car­ne y, por lo tan­to, redu­ci­en­do su con­su­mo total de gras­as, deberá ase­gur­ar­se de obte­ner sufi­ci­en­tes calo­rí­as de los car­bo­hi­d­ra­tos pur­os esen­cia­les como las papas, las fru­tas y los cala­ba­zas llev­ar­te a ti.

3. Tomar demasiados suplementos demasiado rápido 

Los suple­ment­os pue­den mar­car la dife­ren­cia cuan­do se admi­nis­tran cor­rec­ta­men­te. Sin embar­go, los suple­ment­os son sólo eso, com­ple­mentan la die­ta, no reem­pla­zan una bue­na nutrición.

A menu­do, las per­so­nas que se embar­can en un via­je de cura­ción están tan entus­i­as­ma­das que inme­dia­ta­men­te comien­zan una ruti­na exten­sa de suple­ment­a­ción. Sin embar­go, es acon­se­ja­ble intro­du­cir los com­ple­ment­os nut­ri­cio­na­les de for­ma paulatina. 

En pri­mer lugar, no sabe­mos cómo reac­cio­nará nues­tro cuer­po a los suple­ment­os, por lo que es mejor empe­zar poco a poco y aumen­tar la dosis con el tiempo. 

En segun­do lugar, para algu­nas per­so­nas pue­de resul­t­ar difí­cil afrontar dema­sia­dos cam­bi­os a la vez, espe­cial­men­te si están muy enfermas.

Ade­más, al agre­gar dema­sia­dos suple­ment­os, las per­so­nas a menu­do no com­pren­den los suple­ment­os cla­ve que son el núcleo de todos los pro­to­co­los. Los “7 suple­ment­os más importan­tes” son el mejor pun­to de part­ida para todos.

¿Por qué son importan­tes los 7 principales? 

Es importan­te com­pren­der el signi­fi­ca­do del núcleo 7+. Estos son podero­sos agen­tes anti­vi­ra­les que ayu­dan a destruir pató­ge­nos y for­tale­cer el sis­te­ma ner­vio­so cen­tral. Este es un plan anti­vi­ral bási­co que lo pro­te­gerá con­tra la mayo­ría de los virus del her­pes. el lib­re Cur­so ini­cial expli­ca más sob­re cuá­les son los 7 pro­to­co­los anti­vi­ra­les básicos. 

Saber qué hacen los suple­ment­os para pro­te­ger­te y luchar por ti te brin­da una capa adi­cio­nal de for­ta­le­za men­tal. Arma­do con este cono­ci­mi­en­to, incluso cuan­do enf­ren­te cont­ra­tiem­pos, sab­rá que le está dan­do a su cuer­po las her­ra­mi­en­tas que nece­si­ta para luchar.

4. La limpieza matutina lleva demasiado tiempo

Una de las razo­nes más comu­nes por las que las per­so­nas acti­van acci­den­tal­men­te sus glán­du­las supra­r­renales es por­que dedi­can dema­sia­do tiem­po a su ruti­na matu­ti­na. Man­ten­lo simp­le. Uti­li­ce un cronó­me­tro. Ten­ga sus líqui­dos lis­tos y comience de inmediato.

A veces la vida se inter­po­ne, eso segu­ro. Por eso es tan importan­te estar pre­pa­ra­do. Incluso pue­des pre­parar agua con limón y jugo de apio la noche anterior. 

Si espe­ra dema­sia­do des­pués de desper­tar­se para comen­zar su ruti­na matu­ti­na, sus glán­du­las supra­r­renales se activarán. 

Otro error que come­ten much­as per­so­nas es no beber sufi­ci­en­tes líqui­dos des­pués de la lim­pie­za matu­ti­na. Ase­gúra­te de beber agua de limón, jugo de pepi­no o agua de coco duran­te el res­to del día.

5. No comer cada dos horas

Ade­más, la gen­te sigue olvi­dán­do­se de comer cada dos horas. 

Cla­ro, estamos absor­tos en nues­tro día y en nues­tro tra­ba­jo, y lo sigu­i­en­te que sabe­mos son que han pasa­do 3 horas des­de nues­tro últi­mo ref­ri­ge­rio supra­r­renal: pue­des sen­tir que tus niv­eles de azú­car en sang­re bajan y tus glán­du­las supra­r­renales fallan. 

Comer algo cada dos horas man­ten­drá el nivel de azú­car en sang­re bajo con­trol y evi­tará la libe­r­ación inne­ce­sa­ria de adre­na­lina. Pue­de ser un simp­le ref­ri­ge­rio como manz­a­nas, fechas y horta­li­zas de hojas verdes. 

Nue­va­men­te, con­fi­gurar un cronó­me­tro es una her­ra­mi­en­ta muy útil para evi­tar esta trampa.

Exis­te un recur­so increí­b­le que le ayu­dará a com­pren­der la importancia de pro­te­ger sus glán­du­las suprarrenales. 

6. Falta información importante + demasiadas voces 

Cada vez que asu­ma un nue­vo proyec­to, tóme­se el tiem­po para com­pren­der de ante­ma­no el alcan­ce total del proyec­to. Se debe tener el mis­mo cui­d­ado antes de empren­der su nue­vo esti­lo de vida. 

Es muy importan­te com­pren­der com­ple­ta­men­te la infor­mación que pro­por­cio­na. Son 8 libros, vari­os blogs, pod­casts y ent­re­vis­tas rep­le­tas de infor­mación. Pue­de resul­t­ar abru­mador incluso saber por dón­de empe­zar. Si empie­z­as a escuchar otras voces con­flic­ti­vas en tu via­je, sólo te con­fun­dirás. Cíñe­te a una sola voz y sígue­la has­ta el final. 

Se reco­mien­da ir con el libro. Cúra­te a ti mis­mo y la edi­ción revi­sa­da y amplia­da de medi­ci­na medi­al para comen­zar. Los libros están lle­nos de cono­ci­mi­ent­os cura­tivos. Lée­lo deten­i­da­men­te y cap­ta todos los matices. 

Si toda­vía estás abru­mado des­pués de leer los libros, tam­bién pue­des usar el pro­gra­ma gra­tui­to de Munee­za. Cur­so ini­cial comen­zar. En él apren­derás todo sob­re los con­cep­tos bási­cos para empe­zar. Los libros con­tie­nen una gran can­ti­dad de infor­mación y, a veces, pue­de resul­t­ar abru­mado­ra. Este cur­so está dise­ña­do para ayu­dar­lo a com­pren­der los con­cep­tos bási­cos y comen­zar su viaje.

7. No tener en cuenta el proceso de desarrollo de los virus.

A menu­do las per­so­nas comien­zan su via­je de cura­ción y des­pués de apro­xi­ma­damen­te un mes no ven los resul­ta­dos que dese­a­ban, por lo que sur­ge la frus­tra­ción. Lo que la gen­te no se da cuen­ta es que su virus tiene una trayec­to­ria y ya está en camino.

Simi­lar a una pelo­ta lanzada al aire: la pelo­ta bajará, pero seguirá su trayec­to­ria has­ta el pun­to exac­to don­de per­dió su impul­so y lue­go comen­zará su descenso. 

Nues­tros pató­ge­nos tam­bién siguen una ruta de movi­mi­en­to. Fueron ali­men­ta­dos has­ta que se pusie­ron en mar­cha. Unos pocos meses de ali­ment­a­ción salu­da­ble no nece­sa­ria­men­te com­pen­san los años de ali­ment­os impro­duc­tivos que ali­men­ta­ron los pató­ge­nos. Una vez que los pató­ge­nos se que­den sin fuen­tes de ali­men­to, verá que su pro­gre­sión de cura­ción comien­za su ascenso. 

Con­cén­tra­te en saber que tu cuer­po se está curan­do y todo lo que hagas duran­te los pro­to­co­los de cura­ción ayu­dará a obs­ta­cu­li­zar la diná­mi­ca de tus patógenos.

8. Presionarte a ti mismo 

Much­as per­so­nas come­ten el error de esforz­ar­se dema­sia­do cuan­do están real­men­te enfer­mas. Es muy importan­te saber que debes redu­cir el rit­mo cuan­do estás enfer­mo. Cuan­do las cosas se sien­tan difí­ci­les, con­side­re ale­jar­se de su esti­lo de vida habi­tu­al y hacer cam­bi­os que le hagan la vida más fácil, no más difícil.

Cuan­to más enfer­mo esté, más len­to deberá ser con los cam­bi­os que rea­li­ce. No es una bue­na idea cam­bi­ar su die­ta, suple­ment­os y esti­lo de vida de la noche a la maña­na. Haga cam­bi­os peque­ños y dura­de­ros, comen­z­an­do con los más fáci­les y lue­go avanz­an­do hacia las cosas más difí­ci­les. Esto le ayu­dará a sen­tir que los peque­ños cam­bi­os lo hacen exi­to­so, aumen­tan su con­fi­anza y lo ayu­dan a alcan­zar el sigu­i­en­te nivel. Per­der la con­fi­anza des­de el prin­ci­pio no le ayu­dará en su cami­no hacia la cura­ción de una enfer­me­dad crónica. 

Recuer­de, esto es un mara­tón, no una car­rera de velocidad.

9. Ignorar la importancia del dominio 

Se ha dicho vari­as veces que hay que pro­ce­der len­ta­men­te. Pero, ¿qué signi­fi­ca esto realmente? 

Un cami­no de cura­ción exi­to­so es importan­te. Esto signi­fi­ca domi­nar cada cam­bio que rea­li­ce. A menos que los cam­bi­os que estás rea­liz­an­do se sien­tan como algo natu­ral, no debes pasar al sigu­i­en­te cambio. 

¿Cómo sabes que tien­es el con­trol de los cam­bi­os que estás realizando?

Aho­ra es un hábi­to que imple­men­tas de for­ma regu­lar y con­sis­ten­te. Se sien­te ligero. 

Si toda­vía estás luchan­do con la facil­idad de un hábi­to, es que aún no has alcanz­ado el nivel de dominio. 

Otro pun­to de reco­no­ci­mi­en­to es: Te sien­tes emo­cio­nal­men­te estable con estos cam­bi­os, es decir, los cam­bi­os que haces no pro­vo­can gran­des sen­ti­mi­ent­os. Cuan­do sur­gen gran­des sen­ti­mi­ent­os, toda­vía estás abru­mado y pro­ba­blem­en­te estás haci­en­do demasiado.

Por ejem­plo, si no está emo­cio­nal­men­te estable en lo que respec­ta a sus eleccio­nes de ali­ment­os, pue­de tro­pe­zar y rein­tro­du­cir los mis­mos ali­ment­os y hábi­tos que real­men­te desea abandonar. 

Lle­var un esti­lo de vida salu­da­ble no tiene por qué ser difí­cil; hay much­as mane­ras de abor­dar­lo de for­ma len­ta y sencilla. 

Con suer­te, cono­cer estos errores comu­nes le ayu­dará a evi­tar los errores que come­te la mayo­ría de las per­so­nas y a tomar un cami­no más sencillo.

Fuen­te: Ahmed Munez

Tra­duc­ción al ale­mán: Sabi­ne Menzel

Impri­mir / PDF / Cor­reo electrónico

Compartir/Enviar/Fijar

es_ESEspa­ñol