Bus­car

Comprender la relación síntoma-veneno

¿Qué suce­de real­men­te en nues­tros cuer­pos cuan­do nos enf­ren­ta­mos a los sín­to­mas de una enfer­me­dad cró­ni­ca? En este artí­cu­lo apren­derá más sob­re la rela­ción ent­re las toxi­nas y los sín­to­mas de las enfermedades. 
Haz clic en la ima­gen para ver el vídeo.

Los sín­to­mas de las enfer­me­da­des cró­ni­cas son increí­blem­en­te frus­tran­tes y la cura­ción de estos sín­to­mas no siemp­re ocur­re tan rápi­do como nos gusta­ría. Enton­ces, ¿qué suce­de real­men­te en nues­tros cuer­pos cuan­do nos enf­ren­ta­mos a los sín­to­mas de una enfer­me­dad cró­ni­ca? Eche­mos un vis­ta­zo a la rela­ción ent­re sínto­ma y veneno.

La relación entre síntoma y veneno.

Sabe­mos que los sín­to­mas de las enfer­me­da­des cró­ni­cas son cau­sa­dos por una com­bi­nación de virus más expo­si­ción a toxinas/venenos. Si todos tene­mos virus y toxinas/venenos en nues­tros cuer­pos, ¿por qué algu­nas per­so­nas mues­tran sín­to­mas de enfer­me­da­des cró­ni­cas y otras no?

Es importan­te reco­no­cer que cada per­so­na tiene una can­ti­dad dife­ren­te de toxi­nas en su cuer­po. Si tien­es pocas toxi­nas, no tien­es sín­to­mas. Incluso si las toxi­nas aumen­tan, usted toda­vía no pre­sen­ta síntomas.

¿Cuándo aparecen los síntomas?

Sólo tien­es sín­to­mas cuan­do sue­na la alar­ma del híga­do. Cuan­do su híga­do está tan lle­no de venenos y toxi­nas que ya no pue­de alma­cen­ar­los de mane­ra segu­ra y eli­mi­n­ar­los efec­ti­va­men­te de su cuerpo.

A medi­da que sus niv­eles de toxi­nas sig­an aumen­tan­do, expe­ri­men­tará más y más sín­to­mas. Estos sín­to­mas son la for­ma que tiene su cuer­po de aler­tar­le sob­re un pro­ble­ma. Son tu alar­ma inte­ri­or que te obli­ga a pre­star aten­ción y hacer un cambio.

¿Por qué mis síntomas no desaparecen inmediatamente cuando empiezo a aplicar la información?

A medi­da que apli­que la infor­mación y comience la desin­to­xi­ca­ción y la cura­ción, no nece­sa­ria­men­te expe­ri­men­tará un ali­vio inme­dia­to de los sín­to­mas. Por­que en el momen­to en que tu cuer­po comien­za a mostrar sín­to­mas, ya tien­es niv­eles muy altos de toxina/veneno. Para ali­vi­ar estos sín­to­mas, es nece­sa­rio redu­cir los niv­eles de toxi­nas lo sufi­ci­en­te como para que el híga­do vuel­va a fun­cio­nar cor­rec­ta­men­te. Debes lleg­ar a un pun­to en tu cura­ción en el que hayas comenz­ado a lim­pi­ar tu híga­do de la sob­re­car­ga de toxinas.

¿Cuándo estaré libre de síntomas?

Cuan­do final­men­te lle­gue al pun­to en el que esté eli­mi­n­an­do par­te de la car­ga tóxi­ca de su híga­do, verá que sus sín­to­mas desa­pa­re­cen len­ta­men­te. Cuan­do la con­cen­tra­ción de veneno sea lo sufi­ci­en­te­men­te baja y la alar­ma del híga­do ya no sue­ne, se sen­tirá mejor.

Mantén el conocimiento de que estás sanando.

Cuan­do empie­ces a apli­car la infor­mación, tra­ta de no frus­trar­te y pen­sar que la lim­pie­za que estás haci­en­do y el esti­lo de vida salu­da­ble no están fun­cio­n­an­do. Fun­cio­na, solo tien­es much­as toxi­nas que desin­to­xi­car. Con el tiem­po, notarás una dis­mi­nu­ción de los sín­to­mas, y esto te ani­mará a pro­fun­di­zar en la desintoxicación.

Cuan­do los pri­me­ros sín­to­mas desa­pa­rez­can, te sen­tirás motiv­a­do para seguir adel­an­te. Pue­de con­ti­nu­ar pro­fun­di­zan­do su cura­ción incluso si ya no sien­te sín­to­mas. No exis­te un lími­te supe­ri­or en cuan­to a la pro­fund­i­dad con la que pue­des sanar. Nos ocu­p­a­mos de ellos todos los días. Cua­t­ro impla­ca­bles que hacer, y por eso es tan importan­te vivir un esti­lo de vida cura­tivo, incluso si no se sien­te lib­re de síntomas.

¿Debería alguna vez dejar de desintoxicarme?

Cuan­do empie­ce a des­ha­cer­se de sus sín­to­mas, se sen­tirá geni­al. ¿Pero quie­res qued­ar­te allí? ¿O quie­res sanar más pro­fun­da­men­te? Por­que una vez que te des­haces de los sín­to­mas, ¿qué pasa si estás expues­to a más toxi­nas? Esto desen­ca­den­ará los sín­to­mas nue­va­men­te y pro­ba­blem­en­te sen­tirá una des­car­ga de adre­na­lina por­que se sien­te frus­tra­do por­que sus sín­to­mas han resur­gi­do. Cuan­to más tiem­po dedi­que a cur­ar­se, es menos pro­ba­ble que sus sín­to­mas reg­re­sen, incluso si está expues­to a un estrés tóxi­co imprevisto.

Much­as per­so­nas, a medi­da que sanan, se con­cen­tran en el hecho de que no mejo­r­arán de inme­dia­to. Lue­go se emo­cio­n­an y se vuel­ve per­so­nal, lo que a su vez les hace sufrir de adre­na­lina. Esta des­car­ga de adre­na­lina la hace retro­ce­der aún más.

Es importan­te que la gen­te enti­en­da esto pro­fun­da­men­te; por favor, no lo tome tan per­so­nal cuan­do se recupe­re. No es tu cul­pa tener este nivel de toxi­ci­dad. Depen­de de usted cómo avan­za con su acti­tud hacia la curación.

Si man­tiene la men­ta­li­dad de pro­gre­so y sabe que su cuer­po se está curan­do a medi­da que sigue la infor­mación y los pro­to­co­los, incluso si no se sien­te lib­re de sín­to­mas, enton­ces evi­tará la des­car­ga de adre­na­lina que sur­ge al tomar el pro­ce­so per­so­nal­men­te. La cura­ción es per­so­nal, pero hay una mane­ra de ale­jar­se de ella y obser­var el pro­ce­so obje­ti­va­men­te. Si hace esto, le resul­t­ará más fácil, se qui­tará de enci­ma la car­ga de la cura­ción y podrá obser­var el pro­ce­so de for­ma más analí­ti­ca. Enti­en­des lo que real­men­te está pasan­do en tu cuer­po y sabes muy bien que tu cuer­po está tra­ba­jan­do para curarte.

Fuen­te: Ahmed Munez

Tra­duc­ción al ale­mán: Sabi­ne Menzel

Impri­mir / PDF / Cor­reo electrónico

Compartir/Enviar/Fijar

es_ESEspa­ñol