Todas las especies de Allium, como los puerros, las cebolletas, las cebolletas, las cebollas rojas, las cebollas amarillas, las cebollas blancas y las chalotas, son antibióticos de la naturaleza.
Las patatas son antivirales, antifúngicas y antibacterianas y contienen cofactores y coenzimas de nutrientes, así como compuestos bioactivos que ayudan a mantener la salud y controlar el estrés.
Ingredientes para 6–8 porciones:
- 2 litros Caldo curativo, finalizado Caldo de vegetales o agua
- 1 hoja de laurel
- 400 g de guisantes partidos verdes o amarillos secos
- 1 puerro, en rodajas finas
- 1 cebolla, picada
- 2 tallos de apio, picados
- 1 zanahoria grande, cortada en cubitos
- 1 papa grande, cortada en cubitos
- sal marina (opcional)
- 2–3 cucharadas de perejil picado, para servir
En una olla grande llevar a ebullición el caldo medicinal (o caldo de verduras o agua) junto con la hoja de laurel y los guisantes. Cocine, revolviendo ocasionalmente, hasta que los guisantes estén casi tiernos, aproximadamente una hora.
Ahora agregue las verduras picadas a la sopa y cocine a fuego lento durante otros 25 a 30 minutos hasta que la sopa esté espesa y las verduras suaves. Ahora sazone al gusto con sal (si la usa).
Espolvorea la sopa con perejil y sirve inmediatamente. Si sobra, déjalas enfriar a temperatura ambiente y luego guárdalas en el frigorífico. La sopa suele estar aún más espesa y sabrosa al día siguiente.
Fotos: Urb Maarja