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Efectos y usos de la raíz de bardana

En Japón, la raíz de bar­da­na es una ver­du­ra de uso dia­rio. La bar­da­na está aho­ra muy exten­di­da por todo el mun­do. Pero, ¿cómo pode­mos real­men­te uti­li­zar la raíz curativa? 
Raíz de bardana sobre mesa de madera
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Los efectos positivos de la raíz de bardana.

Si no cui­da­mos nues­tro híga­do, con el tiem­po el híga­do se irá ponien­do den­so y duro y se per­derá su con­sis­ten­cia esponjosa. 

La raíz prác­ti­ca­men­te posee todos los olig­o­ele­ment­os y más allá Vit­ami­na A, C y k, así como ras­tros de vit­ami­nas del gru­po B.

Usos de la raíz de bardana

La raíz de bar­da­na lle­gó a uti­li­zar­se de diver­sas formas:

  1. Raíz de bar­da­na seca se pue­de uti­li­zar mara­vil­lo­sa­men­te para el té. Su sab­or dul­ce y ter­ro­so com­bi­na bien con otros sabores.
  2. tin­tura – (Se reco­mien­da la tin­tura Raíz de bar­da­na de Nature’s Ans­wer)
  3. jugo – Para cier­tos cua­dros clí­ni­cos es bue­no expri­mir una o más raíces.
  4. Cal­do “Res­ca­te del Híga­do” – La raíz de bar­da­na fre­s­ca for­ma par­te del popu­lar cal­do de híga­do medi­cinal. La raíz tam­bién se pue­de uti­li­zar en otros cal­dos medi­ci­na­les (p. ej. Cal­do cura­tivo) tam­bién pue­de ser usado.
  5. Sopa – Tam­bién pue­des uti­li­zar la raíz de bar­da­na fre­s­ca cor­ta­da en roda­jas en sopas.

Coseche la raíz de bardana usted mismo

Nor­mal­men­te, las bar­da­nas son plan­tas bie­na­les. La inflo­re­s­cen­cia esfé­ri­ca y rosa­da con capul­los no se des­ar­rol­la has­ta el segun­do año.

Las bar­da­nas no sólo son cono­ci­das por el hecho de que las cabe­z­as de sus frut­os tien­den a adher­ir­se a la ropa o al pela­je de los ani­ma­les. Su fuer­te raíz pivo­tan­te, que se ade­ntra has­ta un metro en el sue­lo, tam­bién hace que la bar­da­na sea tan especial.

Efectos y usos de la raíz de bardana 1
flor de bardana

Con un poco de suer­te, tam­bién podrás encon­trar bar­da­na en tu casa. A menu­do se encuen­tran en luga­res don­de a las plan­tas más exi­gen­tes no les gus­ta. Bor­des de car­re­te­r­as, val­las, muros, pre­sas o ver­te­de­ros de escom­bros son algu­nos ejem­plos. El oto­ño es el momen­to ópti­mo para cosechar las raí­ces lar­gas y car­no­sas de la bardana.

Tam­bién pue­des cul­ti­var bar­da­na en tu pro­pio jar­dín. Un lugar solea­do o par­cial­men­te som­bre­a­do es ide­al para la plan­ta. Bási­ca­men­te, la plan­ta es muy robus­ta y fácil de cuidar.

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