En muchas partes escuchamos que la sal es buena para nosotros siempre que se utilice en forma de alta calidad. La sal del Himalaya o sal marina son sales nutritivas y con un alto contenido en minerales, pero estas sales dificultan los procesos de limpieza de nuestro organismo.
No tienen la fuerza vital como las sales minerales del jugo de apio. La sal del apio, llamada sales de sodio en racimos (un subgrupo del sodio), asegura que las toxinas se eliminen del cuerpo y los patógenos se destruyan.
como funciona la sal
La sal del Himalaya o la sal marina no tienen este efecto desintoxicante. Todo lo contrario. Tienen un efecto deshidratante. Eliminan agua importante de determinadas zonas de nuestro cuerpo y la dirigen a lugares de nuestro cuerpo donde no la necesitamos. Esto puede provocar hinchazón, retención de líquidos y aumento de peso no deseado, entre otras cosas. La sal impide que las toxinas salgan de nuestro cuerpo. Hace que las toxinas se concentren en los órganos, alejando el agua que tanto necesitamos de los órganos y deshidratándonos más. Cuando estamos deshidratados, es casi imposible deshacernos de las toxinas. La mayoría de las personas han tenido deshidratación crónica durante años. Además, la sal priva de agua a nuestras células asesinas naturales, lo que a su vez limita el sistema inmunológico y su capacidad para detectar y destruir patógenos.
Acostumbrado a demasiada sal.
Si a un plato preparado en casa se le añade una pequeña pizca de sal marina de buena calidad o sal del Himalaya, esto no supone mayor problema, sino que debemos ser conscientes de cuánta sal consumimos al consumir comidas en restaurantes (o con amigos y familiares) y a través de comidas preparadas nos llevan. Además, muchas personas tenemos la costumbre de coger con frecuencia el salero y echar sal a nuestra comida. Muchas veces no nos damos cuenta de que nuestros alimentos ya contienen una gran cantidad de sal. La cantidad de sal a la que estamos acostumbrados hoy en día ya no es saludable para nuestro organismo y supone un auténtico estorbo, sobre todo a la hora de desintoxicarse.
¿Qué pasa con los alimentos que contienen sal de forma natural?
Como ya se mencionó, las propiedades negativas de la sal de mesa no se aplican a las sales de sodio en racimos del apio. Las cosas también son diferentes con las sales de las algas comestibles como el dulse o el kelp. Contienen una cantidad naturalmente controlada de sal del océano. Incluso nos beneficiamos de los vegetales marinos porque, entre otras cosas, eliminan la radiación de nuestro cuerpo. La sal no obstaculiza este proceso de desintoxicación porque el contenido de sal en los vegetales marinos es demasiado bajo. En general, existe una gran diferencia entre la sal de mesa y la sal que se encuentra naturalmente en los alimentos curativos. Consumir un trozo de alga no se puede comparar con consumir una porción de pizza.
Conclusión:
Si estás muy preocupado por tu curación, no debes subestimar los efectos negativos de la sal. Para desintoxicar específicamente el organismo, lo mejor es evitar la sal por completo.